LAS FLORES Y LAS INFLORESCENCIAS

La flor es un brote de crecimiento limitado que está especializado en funciones reproductoras; es un órgano del cormo esporofítico que genera esporangios y esporas. En una flor el tallo se modifica mucho, perdiendo su característico crecimiento indefinido; a su vez, las hojas florales, las cuales carecen de yemas axilares, sustituyen la función de fotosíntesis de las hojas normales por la de protección, reclamo, producción de esporangios, etc. Es en la flor donde transcurre la mayor parte del ciclo vital de los espermatofitos. Por esta razón, cualquier modificación en la flor afecta a su biología, creando barreras reproductoras entre los diferentes individuos y produciendo, por tanto, nuevas especies con diferentes características. Por esta razón, por la constancia de los caracteres de la flor, ésta tiene un gran valor para diagnosticar una especie. Son las flores, y los frutos que se derivan de ellas, los que sirven para determinar las características morfológicas de las especies así como su evolución y grado de parentesco.

PARTES DE LA FLOR

Como la flor es un brote, en ella existen elementos de tallo y elementos foliares. Los nudos y entrenudos del tallo que constituye la flor aquí se denominan pedicelo y tálamo o receptáculo. En cuanto a las hojas florales que se insertan en ese tallo, que son muy variadas, podemos distinguir:

Unas inferiores, estériles, que tienen funciones protectoras y/o de reclamo y se llaman antófilos. Constituyen el perianto, el cual suele diversificarse en unas piezas externas con carácter protector, los sépalos, que constituyen el cáliz, y unas internas, por lo general vistosas y a veces fragantes, denominadas pétalos, que constituyen la corola.

Unas apicales, reproductoras, que se llaman esporófilos y están diversificadas en microesporófilos o estambres, que producen los microesporangios y constituyen el llamado androceo y en macroesporófilos o carpelos, que producen los macroesporangios y constituyen el denominado gineceo o pistilo.

El eje de la flor se diferencia de las ramas vegetativas por su menor porte y por llevar tan sólo hojas florales. El entrenudo anterior a la aparición de las hojas florales se llama pedicelo; cuando éste falta se dice que la flor es sentada. La porción última del eje floral se llama tálamo o receptáculo porque sobre él se insertan las hojas florales. Puede sufrir modificaciones y ser cónico, casi plano o con forma acopada o bulbosa, recibiendo en este último caso el nombre de hipanto. En estos casos los carpelos se hunden y aparecen rodeados por el resto de las piezas florales, que se insertan aparentemente por encima del gineceo, hablando entonces de ovario ínfero, medio o súpero. Las hojas florales se disponen muy juntas debido a que el tálamo presenta entrenudos muy cortos, tanto es así que es dificil reconocer esta estructura.

El perianto de las flores es muy variable. Atendiendo al número de envueltas y al color y consistencia de sus piezas puede ser:

Otras terminologías a tener en cuenta cuando se habla de las flores

Perigonio monotépalo Cáliz monosépalo Corola monopétala Cada envuelta del perianto está constituida por una pieza
Perigonio ditépalo Cáliz disépalo Corola dipétala Cada envuelta del perianto está constituida por dos piezas
Perigonio politépalo Cáliz polisépalo Corola polipétala Cada envuelta del perianto está constituida por más piezas

Suele ocurrir que las piezas del perianto se sueldan entre sí cuando se disponen en verticilos, debiéndose matizar entre:

Perigonio coritépalo Cáliz corisépalo Corola coripétala Cuando las piezas están libres
Perigonio sintépalo Cáliz sinsépalo Corola sinpétala Cuando las piezas están soldadas

Se dice que la flor es actinomorfa cuando presenta dos o más planos de simetría, y por contra es zigomorfa cuando sólo presenta un plano de simetría.

Se llaman inflorescencias las ramificaciones del tallo que portan las flores. Se diferencian del resto del tallo vegetativo por algunas características tales como:

- Tienen crecimiento limitado, concluyendo su vida cuando se ha realizado la función reproductora, a diferencia del tallo vegetativo que tiene crecimiento ilimitado.
- Sus yemas se suelen transformar en ramas, de ahí que a menudo estén muy ramificadas, a diferencia del tallo vegetativo que mantiene yemas inactivas.
- Suelen presentar hojas diferentes en el tamaño, forma y color de las que porta el tallo vegetativo. Estas hojas se denominan brácteas, y su misión suele ser la protección de las ramas reproductoras.
- La ramificación de la inflorescencia se completa en muy poco tiempo, a diferencia de la relativa lentitud del tallo vegetativo para ramificarse.

Los elementos de las inflorescencias son tallos o ramas con hojas en cuyas axilas nacen flores. A los tallos se les llama eje de la inflorescencia, que puede ramificarse en ejes secundarios, terciarios, etc.

Las hojas de las inflorescencias se denominan brácteas o hipsófilos, y de sus yemas axilares se originan tanto los ejes como las flores.

Las inflorescencias se denominan abiertas cuando los meristemos apicales de los diversos ejes mantienen su actividad mientras dura el crecimiento de éstas. En este tipo de inflorescencias todas las flores son laterales. Se denominan cerradas cuando los meristemos apicales de los diversos ejes se consumen en la producción de flores. Por debajo de la yema terminal convertida en flor, otras yemas laterales producen nuevos ejes. En este tipo de inflorescencias todas las flores son terminales.

En las inflorescencias abiertas el eje de crecimiento va produciendo yemas laterales a medida que crece, siendo las yemas más antiguas las más alejadas del ápice. Por lo tanto, en este tipo de inflorescencias se abrirán antes las flores las flores más alejadas del ápice. Por contra, en las inflorescencias cerradas la flor terminal del eje principal es la primera en abrirse, seguida de las flores terminales de lo ejes de segundo orden, tercer orden, etc. A veces los ejes de la inflorescencia son muy cortos y las flores aparecen más o menos apretadas, formando inflorescencias condensadas.

TIPOS DE INFLORESCENCIAS
Inflorescencias abiertas o racemosas

Panícula abierta (fig. 1). Es la inflorescencia más primitiva de la que se originarán las demás. Está constituida por un eje primario sobre el que se disponen ejes secundarios y flores, que a su vez se dividen en ejes terciarios y flores, etc. Si este grado de ramificación se mantienen constante a lo largo del eje principal, la panícula presenta un aspecto cilíndrico, pero si las ramas inferiores se ramifican más que las superiores, la panícula presenta un aspecto cónico. En ocasiones el desarrollo de los ejes de las ramas inferiores es muchísimo mayor que el de las superiores, situándose todas las flores en una superficie convexa, plana o cóncava, denominándose en este caso panícula abierta corimbiforme.

En el caso de que los ejes secundarios laterales de una panícula se simplifiquen hasta constituir una sola flor inserta directamente sobre el eje de la inforescencia, obtenemos la inflorescencia denominada racimo (fig.2), que puede sufrir modificaciones de los ejes y así, si los pedicelos de las flores no se alargan y éstas aparecen sentadas a lo largo del eje de la inflorescencia, estamos ante una espiga (fig.3). Si los entrenudos del eje principal permanecen cortos y todas las flores salen de un mismo punto, donde se acumulan también las brácteas, estamos ante una umbela (fig. 4). Si todos los ejes de la inflorescencia permanecen cortos, ensanchados y unidos formando una base donde se insertan las flores sentadas, estamos ante un capítulo (fig.5)

fig. 1 a 5 Panícula, Racimo, Espiga, Umbela y Capítulo
A su vez, los racimos y las espigas presentan algunas variantes. Cuando el racimo típico de contorno más o menos cilíndrico pasa a tener contorno cónico se denomina panoja. Si en un racimo las flores alcanzan todas el mismo nivel estamos ante un corimbo. Si la espiga tiene pocas flores y éstas son hermafroditas, desnudas y protegidas por brácteas estamos ante una espiguilla. Cuando la espiga lleva flores unisexuales y el eje es flexible, por lo que la inflorescencia cuelga, estamos ante un amento. Si el eje es grueso y carnoso estamos ante un espádice. Por último, el eje puede ser cónico, llevar los entrenudos muy juntos y hacerse leñoso en la madurez, estando entonces ante una piña.
fig. 6 a 10 Panoja, Corimbo, Amento, Espádice y Piña

Las diversas variaciones que pueden aparecer en el eje principal en cuanto al alargamiento de los entrenudos y los pedicelos florales también pueden presentarse en los ejes secundarios, pudiendo ser éstos, por tanto, racimos, espigas, umbelas, capítulos, etc. que se insertan sobre el eje principal, llegándose así a las inflorescencias abiertas complejas tales como racimo de espigas, racimo de umbelas, racimo de capítulos, espiga de espigas, espiga de umbelas, espiga de capítulos, umbela de umbelas (fig.11), umbela de capítulos, umbela de racimos (fig.12), umbela de espigas (fig.13), etc.

fig. 11 a 13 Umbela de umbelas, Umbela de racimos y Umbela de espigas
Inflorescencias cerradas o cimosas

El tipo primitivo es la panícula cerrada (fig. 14), constituida por un sistema de ejes primario, secundarios, terciarios, etc. cuyas yemas se consumen en la formación de flores terminales. La ramificación continúa porque algunas de las yemas laterales de los ejes toman la primacía del crecimiento y producen ramas de orden inferior que a su vez acaban en flores. Tambien aquí el desarrollo de las ramas laterales puede ser homogéneo en toda la inflorescencia, dándole a la panícula un contorno cilíndrico, pero es frecuente que las ramas superiores ramifiquen menos y que el aspecto sea el de un cono. Cuando el desarrollo de las ramas inferiores permite que todas las flores se sitúen en una superficie plana o ligeramente cóncava o convexa estamos ante una panícula corimbiforme (fig.15). Es frecuente que al dejar de crecer pronto el eje principal por rematar en una flor algunas de las ramas laterales superen a la flor terminal del eje principal, llamándose esta inflorescencia antela (fig.16)

fig. 14 a 16 Panícula, Panícula corimbiforme y Antela

Puede ocurrir que de cada nudo del eje principal parta una rama secundaria (panicula cerrada dispersa) o bien dos, opuestas según un plano que forma un ángulo de 90º con el del nudo siguiente (panícula cerrada decusada). Cuando todos los entrenudos de una panícula cerrada dispersa se reducen, las ramas laterales parten todas del mismo punto, denominándose la inflorescencia pleocasio o cima multípara (fig.17). Si en las panículas decusadas sólo se activan las yemas del nudo superior, la inflorescencia se llama dicasio o cima bípara; pero a veces, de las dos yemas del nudo superior se activa sólo una, estando ante un monocasio o cima unípara. Puede ser que se active siempre la yema de la derecha o de la izquierda, siempre las de un mismo lado, estando antonces ante una cima unípara escorpioidea o drepanio(fig.18). Si se activa alternativamente una yema de la izquierda y de la derecha estaremos ante un cincino (fig.19)

fig. 17 a 20 Cima multípara, drepanio, cincino y verticilastro
Inflorescencias condensadas
 
Cuando los ejes de las inflorescencias permanecen sin alargarse, las flores aparecen apretadas, cosa que ocurre tanto en las inflorescencias abiertas como en las cerradas. A veces se observan las flores tan juntas que es muy difícil deducir la inflorescencia de origen. Estamos entonces ante un glomérulo. Cuando los glomérulos se disponen en las axilas de brácteas decusadas, puede parecer que las flores forman verticilos en los nudos, denominándose a esta inflorescencia verticilastro (fig.20). Otra clase de inflorescencia condensada es el ciatio, propio de la familia Euphorbiaceae, resultado de la contracción de cinco cimas uníparas de flores masculinas junto con una flor femenina, todo ello protegido por cinco brácteas soldadas.