El
Jardín Botánico del Palmetum de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias) Carlo Morici 2010 |
parte 2 |
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En 1996 se empezó a crear la colección del Palmetum. La mayor
parte de las especies se plantaron de semillas importadas desde
diversos países
y frecuentemente procedían de Instituciones botánicas. También han
habido numerosos
especímenes importados como plantas de diferentes tamaños. Esta
modalidad
respondía a la urgencia de abrir el jardín botánico unos pocos años
después.
Para la importación de plantas de gran tamaño se construyó un
invernadero de
cuarentena en la esquina SE de la montaña. Algunas plantas se compraron
en
viveros locales, e incluso los dos jardines botánicos existentes en las
Islas
Canarias contribuyeron con la donación de ejemplares verdaderamente
valiosos.
Instituciones botánicas de todo el mundo cooperaron compartiendo
semillas de
especies raras con el Palmetum, llegando a contener en el vivero de
reproducción más de 700 especies de plantas en 1999. Se organizaron
expediciones a los trópicos con la finalidad de colectar semillas de
especies
únicas para la colección, para estudiar poblaciones de palmeras locales
y para
adquirir piezas de artesanía local para el Museo Etnográfico de
Palmeras. Carlo
Morici fue contratado en la primavera de 1996 con el fin de hacerse
cargo de
los asuntos botánicos, organizar una biblioteca y establecer una red de
contactos. Dennis Johnson, fue el encargado de obtener la colección
documentada
de objetos para el museo, fabricados con palmeras.
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El octógono, el museo y el sistema acuático (1997-1999)
El
emblemático octógono era indudablemente la perla del proyecto.
Es una estructura creada con el fin de albergar especies que
necesitaran un
medio húmedo y sin viento para desarrollarse. El octógono debía
convertirse en
la cajita de las joyas, con un ambicioso diseño tecnológico, botánico y
paisajístico. Tiene ocho muros de cierre, forrados de piedra y cuenta
con dos
niveles. La cúpula se hizo con tubos de acero lacados en blanco, que
apoyan
sobre los muros y sobre un pilar central. Se cubrió con una malla de
sombreo y
aislamiento, hecha con plástico y aluminio. El nivel más bajo se
encuentra unos
metros más debajo de la cota exterior de la meseta y gracias a eso se
mantienen
temperaturas más estables. A la cúpula se ancló un sistema de
nebulización capaz
de producir una sugerente neblina. Todo el interior fue densamente
decorado con
rocas, cascadas y riachuelos. Carlos Simón, encargado del diseño de las
rocallas tardó un tiempo largo dirigiendo la puesta de los grandes
prismas de
basalto que se utilizaron para las complejas cascadas.
El
Museo de las Palmeras era el otro edificio en construcción, con
aulas, sala de reuniones y un herbario. Se construyó una estructura
semisubterránea de hormigón armado, destinada a cubrirse con
vegetación.
Incluso la entrada principal está diseñada para parecerse a una selva. El museo expondría piezas botánicas y
etnográficas, y también albergaría laboratorio, almacén, biblioteca y
un aula.
Se han recolectado más de 1.000 artículos, algunos de ellos de gran
valor
étnico y botánico. Hay piezas tan diversas como escobas, sombreros,
cerbatanas,
esculturas, medicinas o frutas enlatadas. El más espectacular es una
canoa de
unos tres metros de largo traída desde Iquitos en Perú y fabricada con
el
tronco de una palmera "barrigona" amazónica, Iriartea ventricosa.
Además de la artesanía, se pretendía exponer partes de palmeras
representativas, como la semilla más grande del mundo, procedente de la
palmera
Lodoicea, y otras piezas relevantes
de distintas especies. Se dedicaría además una sala a la palmera
canaria, Phoenix
canariensis, representando la compleja artesanía desarrollada a
partir de
la palmera autóctona y el proceso de extracción de la miel
de palma.
Durante
estos años también se construyó el sistema acuático. Se
excavaron los lagos y ríos, dotándolos de cascadas y rocallas creadas a
partir
de inmensas rocas volcánicas como “elementos de espectacularidad”. Una
cascada enorme
domina la parte alta de la sección caribeña y descarga sus aguas en una
"playa" de arena clara con cocoteros adultos plantados en 1999. Hay cascadas menores a lo largo de todo el río
y en el lateral Norte del octógono. Dos cascadas se ubican dentro del
umbráculo
octogonal. Se instaló una balsa de riego grande y profunda, con forma
ornamental,
en la sección de Nueva Guinea.
Plantando una montaña de Problemas (1997-1999)
Las primeras especies se plantaron en tierra en Septiembre de 1996. Algunos eran ejemplares grandes, como Roystonea regia, Sabal palmetto y Acoelorraphe wrightii. En una parte considerable del borde de la meseta se plantó una corona cortaviento compuesta por especies rápidas de los géneros Casuarina, Thespesia, Coccoloba, Tamarix, Washingtonia, Syagrus y Cocos. Durante los dos primeros años, las plantaciones fueron dirigidas intensivamente por Carlos Simón, La mayor parte de las especies se plantaron en grupos con el objetivo de conseguir el efecto de "poblaciones naturales" que recordasen la apariencia que tomarían en estado salvaje.
Las
palmeras pasaron todo tipo de problemas durante los primeros
años. Se tenían que recuperar del estrés del trasplante a la montaña
aún
desierta y el proceso de recuperación se hacía eterno. También nosotros
manteníamos el escepticismo acerca de la aclimatación de todas las
especies que
se plantaban en esa montaña de problemas. Los árboles de las pantallas
cortaviento eran todavía muy jóvenes y el sistema entero era
ecológicamente
inmaduro. La desafortunada importación de palmeras adultas causó una
pérdida de
prestigio al Palmetum. Muchos ejemplares murieron después de meses y
años de
agonía y la montaña se fue llenando de preocupantes troncos muertos. El
proyecto
inicial no tenía en cuenta la compra de grandes ejemplares, pero las
"prisas" obligaron a hacerlo. Las importaciones costaron dinero y
trabajo, además de crear problemas burocráticos y requerir controles
fitosanitarios y costosas cuarentenas. Como ejemplo, casi la mitad de
los Sabal
palmetto adultos importados desde Florida murieron. Al contrario,
las
plantas de tamaños menores reaccionaron muy bien al trasplante, y los
jardines
se hicieron cada año más verdes. Así, entre semillas y plantas grandes
y pequeñas,
la colección creció de manera asombrosa hasta superar las 400 especies
de
palmeras.
A
finales de 1999 todo empeoró. El proyecto entero se paralizó
inesperadamente cuando la obra se quedó sin fondos. Alrededor del 40%
de la meseta
todavía era tierra desierta que nunca se había acondicionado y
alrededor de la
mitad de las especies de palmeras quedaron en macetas, esperando en un
vivero o
esparcidas por la montaña. Faltaba el sistema de riego en buena parte
de los
jardines. Varios años o meses al borde del abandono provocaron la
reducción de
las especies de palmeras en cultivo de 460 en 1999 a 296 en 2006.
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Una montaña de problemas. Vista general del Jardín Botánico sobre la montaña y al borde del mar |
La parálisis (2000-2006)
El
corte presupuestario a finales de 1999 provocó el final de
muchas exquisiteces tropicales. En el 2000, la montaña se dejó con un
mínimo de
irrigación instalada, y consecuentemente muchas plantas se perdieron
por sequía
o negligencia. Fue entonces cuando decidimos retirar la mayor parte de
las
herbáceas en viveros que permitieran un control más sencillo. Cientos
de las
más jóvenes murieron, y perdimos cientos de especies fáciles y
difíciles.
Recuerdo Verschaffeltia, Nypa, Marojejya, Roscheria, así como
también la
rara Attalea crassispatha, Carpoxylon y la
recientemente
descubierta Coccothrinax boschiana.
Después
del paro de las obras, se llevaron a cabo dos breves
sesiones de plantaciones intensivas, en 2000 y en 2002. Con poco dinero
y gran
esfuerzo, se ajardinaron 13.000 m2 más. Se pudo contar con
la mano de obra proporcionada por el Ayuntamiento y por el Instituto
Canario de Formación y Empleo y con Morici se pudo organizar la
creación de las
nuevas secciones para las palmeras de las Islas del Pacífico, y también
se
plantaron interesantes especies en la sección del Caribe. De mediados
de 2002
hasta todo el 2006 no sucedió nada relevante y volvieron largas épocas
de
descuido, perdiéndose más y más especies. El parque cerrado no contó
con
dirección técnica de ningún tipo y las aportaciones de nuevas semillas
fueron
pocas. Por otra parte, la vegetación se fue desarrollando y el medio se
fue
volviendo progresivamente más apropiado para las palmeras y árboles.
Muchas de
las especies que habían logrado resistir duramente los años difíciles
comenzaron a crecer más rápidamente. Con el pasar de los años, las
palmeras
plantadas de semilla dieron excelentes resultados, siendo hoy tan altas
y
fuertes como las que se plantaron como adultos importados. Durante esos
años de
parálisis, cambió el paisaje alrededor del Palmetum ya que la ciudad
creció
rápidamente como las palmeras y literalmente llegó hasta la montaña. El
Palmetum quedó, por tanto, emplazado estratégicamente entre el océano y
un
nuevo centro de la ciudad, caracterizado por dos grandes y
extravagantes
edificios diseñados por el arquitecto español Santiago Calatrava: el
Auditorio
y el Recinto Ferial.
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El renacer de 2007
En
este año sucedieron varios eventos que reactivaron el proyecto
que había quedado estancado. El Gobierno de Canarias aportó 600.000
euros para obras
de mejora ambiental y el Ayuntamiento colaboró mediante un proyecto con
trabajadores de convenio del instituto canario de empleo, ICFEM. Ambos
proyectos fueron codirigidos por Morici para los aspectos botánicos.
Las
obras encargadas por el Gobierno, dirigidas por el Ing. José Timón
consistieron en la construcción de un nuevo edificio cabezal de riego,
la
reposición del anillo principal de riego, la mejora del sistema de
degasificación, y la plantación de los taludes orientados hacia el Sur.
Estos
no habían sido tocados anteriormente, ampliando en estos taludes las
secciones
geográficas cercanas. Más de tres hectáreas de taludes se cubrieron de
una capa
de tierra fértil de 15 cm y luego con una malla antierosión de fibra de
coco.
Sobre esta tela se colocaron las tuberías de riego por goteo y se
plantaron
esquejes de especies tapizantes, de los géneros Aptenia,
Carpobrotus y Malephora. En toda la
superficie se
plantaron palmeras y árboles empleando especies insólitas de la
colección del
Palmetum. Aprovechando estas grandes obras se abrieron nuevas pistas de
comunicación en las laderas y se demolió el invernadero de cuarentena
que se
encontraba en mal estado.
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Se abrieron nuevas pistas de comunicación en las laderas y se demolió el invernadero de cuarentena |
En
Julio-Octubre 2007, el proyecto del Ayuntamiento titulado
Creación de áreas temáticas en el Palmetum, ha dado vida, con 20
trabajadores,
a las secciones dedicadas a Nueva Guinea y a Borneo y Filipinas. Con
ellos,
también se ha podido mejorar el riego de los antiguos jardines y
añadirles
docenas de especies que se conservaban en maceta. Por último, se ha
mejorado el
etiquetado y reconstruido el vivero existente en la sección caribeña
que
llevaba varios años abandonado.
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Fotos 1 y 2 Mejora y plantación de taludes. Foto 3 Plantaciones años 2000-2002 |
En
Junio de 2007 el equipo de gobierno firmó un protocolo para una
fundación pública destinada a gestionar el futuro del Palmetum. El
nombre
completo es "Fundación Canaria del Jardín Botánico del Palmetum de
Santa
Cruz" y estaría bajo el control de algunas de las más importantes
instituciones políticas: 60% Gobierno de Canarias, 20% Ciudad de Santa
Cruz y
20% Autoridad Portuaria. La Universidad de La Laguna, Tenerife,
participará
aportando a la comisión un miembro. Algunos de sus objetivos más
importantes,
según el protocolo firmado, son: Promover y difundir el estudio de las
plantas,
la cultura científica y la didáctica de la ciencia; mantener un
intercambio
permanente con centros homólogos en otras ciudades y otros países,
contribuir a
preparar especialistas en el campo de la botánica, organizar
exhibiciones,
congresos, conferencias y cursos, concernientes a la ciencia y la
tecnología,
abrir los jardines al público y atraer el turismo de calidad. Hasta la
fecha el
protocolo no se ha desarrollado y se no se han destinado fondos.
Plantando
y organizando como nunca
(2008-2010)
A
finales de 2007, el ayuntamiento cogió las riendas del proyecto
y las jefas de “Parques y Jardines”, Aurea Baena y María Flores,
negociaron con
la empresa Urbaser un plan de mantenimiento y mejora del jardín
botánico,
contando en la asistencia técnica con Carlo Morici. El plan representó
otra
época de oro que siguió hasta Junio de 2010. En esas fechas se
suspenden los
presupuestos de asistencia técnica y se vuelve a reducir la actividad.
En este
tiempo se ha mejorado muchísimo el proceso de mantenimiento, pero
también se
han plantado más ejemplares que en años anteriores, se han mejorado los
jardines y se han dado grandes pasos adelante en la calidad científica
de la
colección.
Mejoras
en el mantenimiento. Se
realizaron con más criterio
limpiezas, podas y tratamientos, se extendió del uso de restos
triturados como
acolchado, y el uso de protecciones temporales (cortavientos, casetas).
Se
empezó a prestar mayor atención a las palmeras con requerimientos
peculiares y
se empezaron tratamientos con microelementos, para las especies que
tuvieran requerimientos
peculiares. También se instalaron cierres de riego para favorecer el
reposo
estacional de ciertas especies que necesitan una época seca. Ha sido
fundamental en estos años la habilitación del vivero municipal del
ayuntamiento
de Santa Cruz para la siembra y el cultivo de las especies del
Palmetum. Este
centro cuenta con invernaderos y umbráculos y las plantas están bien
cuidadas
por los funcionarios municipales.
Mejoras
en el los jardines. En
estos años se plantó mucho más
que en años anteriores, porque se dispuso de los nuevos espacios que
quedaron
habilitados después de las obras de 2007. Por primera vez se contaba
con un
mantenimiento continuo y eso permitía plantar siempre en la época
correcta,
empleándose protecciones y buenos cuidados. También se ejecutó una gran
mejora
paisajística en todo el margen Sur de la meseta, porque se han ido
quitando
muchas lomas para ganar espacio en llano y vistas al mar. Han quedados
numerosos miradores sobre el océano que no tienen precio.
Mejoras
en aspectos técnico-administrativos. Se
ha
mejorado el inventario total de las especies en cultivo, y la
identificación de
numerosas plantas con etiquetas perdidas, se ha completado el plano en
formato
digital de la montaña con todos los ejemplares plantados y sus
respectivos
códigos de registro. En 2010 también se tramita la adscripción a redes
oficiales de instituciones, cuales: red internacional de jardines
botánicos
BGCI, centro CITES para especies protegidas, asociación de jardines
botánicos
ibero-macaronesicos, etc.
Mejoras
en la difusión del proyecto. El
Palmetum se ha dado a
conocer más que antes en la población local, porque a pesar de seguir
cerrado
se han autorizado numerosas visitas de grupos de asociaciones, cursos,
escuelas
y centros oficiales que solicitaron al ayuntamiento el permiso para
visitar el
parque. Cada vez las visitas se hicieron mayores y a las últimas
acudieron
grandes grupos de hasta 150 personas.
Merece mención en estos años el apoyo del australiano Colin Wilson y de la norteamericana Kim Cyr, y la estancia en Tenerife de Paco Álvarez, joven arquitecto paisajista que colaboró en 2009. Álvarez aportó numerosas ideas y algunas luego se harían realidad, como la plantación de los 25 Thrinax radiata en las rocallas de la sección Caribeña o la idea del ascensor conectado con un puente a la meseta.
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Talud Sur. Estado en el verano de 2007 y estado en la primavera de 2010 |
Cinco millones de Euros en 2010 y otra vez hacia un futuro incierto
En
verano de 2009 subió otra vez la preocupación entre los amigos
del proyecto, porque se sabía que se acercaba el fin de esta próspera
continuidad. Políticos y técnicos municipales insistían en la necesidad
de
abrir al público el jardín botánico, porque no podían seguir buscando
financiación para un parque secreto que la gente no disfrutaba. El
Palmetum iba
avanzando a pasos agigantados, pero carecía aún de muchas cosas
imprescindibles
para su apertura. Por ejemplo la mayoría de las estructuras de hormigón
necesitaba restauración, así como la cúpula del octógono, que perdió su
malla
de sombreo y se encontraba dañada en los anclajes. En Septiembre de
2009
Morici, Caballero y Flores plasmaron en papel una lista de todo lo que
consideraban necesario para poderse producir la apertura del Palmetum.
Se
empezó marcando prioridades que incluían cosas tan variadas como
barandas para
seguridad, pavimentaciones, baños y la rehabilitación
del octógono y del museo. Era una lista de
deseos; una “carta a los reyes” y así pues se incluyeron otras cosas
menos
necesarias y aún así posibles y deseables. Éramos sumamente escépticos
y no
esperábamos resultados interesantes porque la crisis económica llenaba
los
titulares. En cambio, en Diciembre de 2009 se dijo sí a casi toda
nuestra propuesta.
El ingeniero José Luís Olcina fue encargado de convertir las ideas en
proyecto.
En primavera de 2010 se ajudicó una obra “Plan-E” por 5 millones de
euros. Se
comenzará en Julio de 2010 y durará ocho meses.
En
muy resumidas palabras se pretende ejecutar:
Asfaltado/empedrado de numerosos caminos, plazas y miradores.
Etiquetado y
señalética. Circuitos de alumbrado, megafonía, videovigilancia.
Mobiliario:
barandas, bancos y papeleras. Sustitución del sistema de bombeo de
cascadas y
ríos. Sustitución de la cúpula del octógono por una estructura más
liviana.
Fortalecimiento de los cimientos del museo etnográfico. Instalación de
casetas
de madera para baños y vestuarios. Instalación de un pequeño vivero de
servicio
con invernadero, vestuarios y almacén. Reparación del vallado
perimetral de la
montaña. Y por último, lo que quedará primero: la construcción de un
edificio de
dos plantas en la entrada con sala de proyección, tienda y despachos,
con un
ascensor y un puente que conecta hacia la meseta.
Esperamos que con esta obra se pueda llegar a abrir el Palmetum, y que así la población pueda visitar lo que ha costado años de trabajo de una red inmensa de gente en Canarias y fuera. La crisis complica las perspectivas de establecer una eficiente institución y con o sin apertura el futuro del Palmetum sigue siendo sumamente incierto.
- Seguirá inacabado el museo etnográfico, y con ello los espacios que iban a destinarse a numerosas actividades culturales. La valiosa colección de objetos elaborados con palmeras debe conseguir un emplazamiento digno.
- Hay grandes espacios que no llega a tocar la obra. Por ejemplo no se va a habilitar la pista mayor en el talud Sur, que es el mayor paseo sobre el mar.
- Hay muchos detalles contemplados desde el comienzo que se dejan para el futuro como la construcción de dos cafeterías y otras pequeñas edificaciones de aspecto integrado con el paraje, la creación de una pista para recorrer la sección dedicada a Canarias, la construcción de un puente sobre el octógono y de escaleras para hacer visitable al techo del museo.
- La colección sigue incompleta y fragmentada. Hay varias hectáreas de jardines muy inacabados. Carecemos de palmeras que no pueden faltar en una colección de este nivel, como Nypa, Raphia o Lodoicea.
- No hay planes claros para que se contrate un equipo de mantenimiento capaz de mantener la colección y la información asociada y de mantener los compromisos con las instituciones.
- El protocolo de la "Fundación Canaria del Jardín Botánico del Palmetum de Santa Cruz" no se ha activado y carece de fondos.
El
Palmetum será el primer jardín botánico emplazado en la costa
Sur de una isla de Canarias y por esta razón es el que con más éxito
podría
albergar especies tropicales. Todos los que hemos trabajado en el
proyecto
deseamos que se convierta en un jardín botánico, moderno y sostenible,
con un
equipo técnico permanente que asegure una alta calidad de mantenimiento
e
investigación y que cuide los asuntos culturales y recreativos. Desde
los miradores
del Palmetum, localizado en el punto más alto sobre la línea de costa,
los
visitantes contarán con las mejores vistas al mar, a la ciudad y a toda
la
vertiente sureste de la isla. El diseño informal de jardines, con
riachuelos,
cascadas, lagos y playas, hará del Palmetum un lugar único en el mundo.
En el
corazón de esta poblada ciudad, los visitantes podrán caminar a través
de las
selvas más exóticas, entre lomas y puentes. Quizás llegue ese día y en
la
quietud total del parque, podrán beber un ron con guarapo
en el restaurante del área caribeña, para luego admirar
los árboles del pan en la sección de Melanesia. Podrán probar postres
endulzados con miel de palma "endémica" de la isla de La Gomera.
Definitivamente, podrán disfrutar de uno de los más bellos jardines del
mundo.
El
todavía cerrado Palmetum ya ha causado sensación en el sector
de los espacios verdes: todos admiran los jardines tan peculiares y tan
bellamente emplazados. La comunidad internacional está esperando
ansiosamente
la apertura. Han visitado el Palmetum numerosos exponentes del mundo de
la jardínería
y de las ciencias botánicas y es sorprendente el interés que despierta
en todos.
La Sociedad de Palmeras francesa "Fous de Palmiers", visitó el
Palmetum a finales de 2004 y la International Palm Society tiene
previsto
realizar la reunión de directores en Tenerife en 2011. Lo peor ya pasó
y el
experimento sigue adelante: ahora sabemos qué palmeras funcionan en la
montaña,
que ha madurado con los años. Tenemos la esperanza de que este espacio
llegue a
cumplir sus objetivos más importantes: ser un jardín botánico y un gran
parque
público.
PALMETUM TENERIFE (parte 1) |
COLECCIONES Y JARDINES DEL PALMETUM (parte 3) |
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