En recuerdo de Acacia trineura

Acacia trineura en febrero de 2000 y plano de situación en el jardín de Fofo
 
Con frecuencia hemos leído en los periódicos locales noticias, más o menos veraces, relativas a que Murcia ocupa el primer puesto en tal o cual cosa, o que somos un referente en esto o en aquello otro, lo que está muy bien para elevar nuestra autoestima y mostrarnos lo buenos que somos o lo bien que lo hacemos.
 
En cambio, nunca leímos la noticia de que uno de los jardines de nuestra bella ciudad, el Jardín del Auditorio o Jardín de Fofó como algunos lo conocen, albergaba dos arbolitos de Acacia trineura, siendo los únicos españoles que poseíamos y podíamos disfrutar de esos hermosos arbolitos australianos, pues no se tenía conocimiento de la existencia de más ejemplares en toda España.
 
¿Y de donde salieron esos árboles tan peculiares, se preguntará más de uno?. Pues bien, esa especie australiana, junto con muchas otras procedentes de otras latitudes, formaba parte de la malograda colección de plantas que iban a constituir las primeras plantaciones del llamado “Jardín del Desierto”, un jardín botánico especializado en flora de zonas áridas que comenzó a construirse en Espinardo a principios de los años 90, en unos terrenos municipales que, por paradojas de la vida, en la actualidad están ocupados por un parque acuático.
 
Lamentablemente, circunstancias de tipo político creemos, totalmente ajenas al valor de este interesante proyecto para Murcia, lo harían totalmente inviable, quedando detenido después de haberse invertido en él una suma relativamente importante de dinero, permaneciendo los terrenos, las colecciones botánicas y las infraestructuras ya creadas totalmente abandonadas a su suerte.
 
La colección del género Acacia Mill. (Leguminosae-Mimosoideae) procedente de semillas donadas por el propio Günther Kunkel, autor del proyecto fallecido en Vélez Rubio hace ahora 2 años, era una de las colecciones principales, y con certeza la más importante del país, pues ya en sus inicios estaba formada por las siguientes especies:
Acacia albida Delile (ahora en Faidherbia)
Acacia ataxacantha DC.
Acacia brunioides A. Cunn. ex G. Don
Acacia calamifolia Sweet ex Lindl.
Acacia cardiophylla A. Cunn. ex Benth.
Acacia caven (Molina) Molina
Acacia chinchillensis Tindale
Acacia cognata Domin
Acacia cultriformis A. Cunn. ex G. Don
Acacia cyclops A. Cunn. ex G. Don
Acacia deanei (R.T. Baker) M.B. Welch & al.
Acacia decora Rchb.
Acacia doratoxylon A. Cunn.
Acacia farnesiana (L.) Willd.
Acacia gummifera Willd.
Acacia haematoxylon Willd.
Acacia hakeoides A. Cunn. ex Benth.
Acacia ixiophylla Benth.
Acacia lanigera A. Cunn.
Acacia linifolia (Vent.) Willd.
Acacia longifolia (Andrews) Willd.
Acacia mearnsii De Wild.
Acacia melanoxylon R. Br.
Acacia microcarpa F. Muell.
Acacia paradoxa DC.
Acacia pilligaensis Maiden
Acacia polybotrya Benth.
Acacia retinodes Schltdl.
Acacia saligna (Labill.) H.L. Wendl.
Acacia schweinfurthii Brenan & Exell
Acacia semilunata Maiden & Blakely
Acacia seyal Delile
Acacia spectabilis A. Cunn. ex Benth.
Acacia striatifolia Pedley
Acacia suaveolens (Sm.) Willd.
Acacia subulata Bonpl.
Acacia terminalis (Salisb.) J.F. Macbr.
Acacia tindaleae Pedley
Acacia tortilis subsp. raddiana (Savi) Brenan
Acacia trachyphloia Tindale
Acacia trineura F. Muell.
Acacia ulicifolia (Salisb.) Court
Acacia verniciflua A. Cunn.
Acacia xanthophloea Benth.
Todas las especies, la mayor parte de ellas cultivadas por vez primera en España, fueron perdiéndose poco a poco al caer en el olvido y permanecer tanto tiempo en maceta, salvándose tan sólo un par de plantas de Acacia trineura porque fueron plantadas en el jardín del Auditorio. La fotografía que encabeza el artículo muestra los arbolitos en plena floración en febrero de 2000, aunque los árboles venían floreciendo profusamente desde unos años antes.

La colección del género Acacia con destino al Jardín del Desierto era con certeza la mejor de España, y estaba formada en sus inicios por 42 especies, algunas de las cuales fueron dibujadas en 1993 por el autor del artículo.
Tiempo después, con motivo de las obras del aparcamiento subterráneo la Vega, el jardín del Auditorio sufrió pequeñas modificaciones, y a consecuencia de las obras y del poco, o más bien nulo, cuidado que se tiene con la vegetación en los trabajos de construcción, las acacias sufrieron algunos daños y amputaciones, estando a punto de perecer. Una fotografía de julio de 2007 nos muestra el estado en que quedaron los dos ejemplares tras las obras.
 
Las últimas fotografías, tomadas en febrero de 2009, muestran a los arbolitos recuperándose poco a poco de los traumas sufridos, pero para nuestra sorpresa y estupor, en agosto de 2009 comprobamos como supuestamente debido a la colocación de una pérgola mega-cutre-fashion, habían eliminado el parterre donde estaban las dos acacias y con él los arbolitos. Insertamos al comienzo del artículo una foto aérea tomada de Google en la que hemos señalado con una flecha el parterre, ahora desaparecido, donde estuvieron plantadas las acacias.

Con motivo de las obras de remodelación a consecuencia de la construcción del aparcamiento subterráneo, el parterre y las propias acacias sufrieron bastante y estuvieron a punto de perecer, como muestra una fotografía de 2007, pero en febrero de 2009 ya estaban recuperándose satisfactoriamente, hasta que en agosto de 2009 la construcción de la mega-cutre-fashion pérgola eliminó de un plumazo el parterre y las acacias.
Y lo que ha sucedido con estos arbolitos únicos en España, como ocurre con tantas otras cosas en la vida, tiene la importancia que uno le quiera dar, es obvio, pero lo acontecido debería hacernos reflexionar al menos un poco, pues pone de manifiesto lo catetos que somos y nuestra falta de sensibilidad, porque no conocemos nuestro patrimonio ni su importancia cultural, que la tiene, y como fruto de ese mismo desconocimiento somos capaces de eliminar de un plumazo cosas originales, únicas o valiosas y que tienen detrás una historia que, a lo mejor, otras personas desearían conocer.
 
formando parte de la nueva y moderna imagen de Murcia, la mega-cutre-fashion pérgolaEstamos convencidos de que los responsables de esta decisión sólo vieron en el parterre un estorbo para su mega-cutre-fashion pérgola, y en las acacias unas vulgares “matas” sin mayor interés. ¡Es la realidad que nos rodea!, dirían unos, ¡El progreso es imparable!, dirían otros, ¡Que estamos en fiestas hombre....... Vamos a tomarnos unos michironcicos a los huertos del Malecón y ya verás cómo se te pasa el disgusto!, diría por último alguien que, como es evidentísimo, no me conoce.

 

Aunque en nuestra base de datos ya existe una ficha de esta especie, repetimos aquí su descripción, aportando nuevas fotografías.
 
Acacia trineura F. Muell. es un arbolito más o menos redondeado y que puede alcanzar 3-4 m de altura, aunque a veces tiene porte arbustivo y un crecimiento algo prostrado. Su corteza es delgada, grisácea, lisa al principio, tornándose fisurada longitudinalmente con los años. Las ramillas son algo angulosas y finamente pelosas al principio, cambiando más tarde a redondeadas y glabras. Filodios de estrechamente obovados a oblanceolados, planos, algo coriáceos, de 3-7 cm x 4-11 mm, rectos o curvados, de ápice obtuso y con un pequeño mucrón; son de color verde oscuro, glabros, con 3-7 nervios poco o nada anatomosados entre sí, tres de ellos más sobresalientes que el resto. Pulvínulo de 1 mm de longitud, peloso, con una glándula basal. Inflorescencias en racimos axilares más cortos que los filodios, cada uno con 3-8 glomérulos globosos, de 3,5-4,5 mm de diámetro, sobre pedúnculos pelosos de 3-5 mm de longitud, cada uno con alrededor de 25 flores pentámeras de color amarillo pálido o dorado. Los frutos son legumbres lineares, rectas o ligeramente curvadas, más o menos constreñidas entre las semillas, de 3-5 (-8) cm x 3-4 mm, glabras o con pelos esparcidos, conteniendo semillas oblongas, en disposición longitudinal, de unos 4 mm de largo, negras, brillantes, con un arilo apical. El nombre procede del griego tri = tres y neuron = nervio, por sus tres nervios más destacados y que hemos señalado en rojo en la fotografía inferior. En Murcia florecía todos los años al llegar febrero-marzo.

Detalles de las hojas mostrando los 3 nervios más que evidentes, de las semillas y de la corteza del tronco.

 

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